diumenge, 8 de gener del 2017

Fuerza emotiva

Vinimos al mundo para disfrutarlo, para poder ver todas las cosas buenas que nos ofrece, las oportunidades, las posibilidades que brindan de éste planeta, tan producente y maravilloso... Pero lo que no nos enseñaron o alomejor intentaron tapar por miedo (error de la existencia) es que la vida es mucho más que todo lo que nos ofrece bueno, hay una parte que desconocemos hasta que llegamos a la etapa adulta: los PROBLEMAS de la vida. Parece muy obvio escuchar, los problemas, los obstaculos, "los malestares"... ¿Pero relamente estamos preparados para afrontarlos? ¿Nos han enseñado a "jugar" con ellos o a saber "cómo" gestionarlos? La respuesta es: no. 
Nadie nos va a enseñar cómo resolver un conflicto, un "desajuste" diario, por que la solución está en nosotros mismos, en descubrir la solución y hacer que desaparezca dicha situación que no queremos volver a ver nunca más. Cierto es, que no venimos preparados para ésto, constantemente anhelamos todo lo bueno y nos olvidamos de la otra parte, de los problemas. Es por esto que cuando vienen a nosotros nos pillan de manera desprovista porque no somos conscientes y NADIE nos ha avisado de lo que podía pasar.
Es importante que como seres humanos hagamos la introspección en referencia a ésta otra parte que nos ofrece la vida, el mundo planetario, la Tierra: el saber y conocer de las situaciones diarias tensas y como resolverlas. Nadie nos va enseñar de verdad, hasta que no descubramos nosotros como hacerlo, pero almenos podríamos tener pistas (quizá des de pequeños podrían empezar a dárnoslas, ya sea seres queridos, personas próximas...).
No hay que ver esta otra cara de posibilidades y de oportunidades, de ofrecimientos (en cuanto a los problemas, el estrés, situaciones incòmodas que nos da la vida o este mundo), de una manera distante o cerrada. Nadie quiere observar del todo ésta cara problemática, pero conviene estar atento/a para saber como reaccionar y actuar.
Una vez más, recuerdo que la vida es un camino indeciso, variante y totalmente sorprendente. Solo hace falta, tener consciencia de todo lo que nos rodea minuto a minuto, y lo más importante dejar el fluir vital sin control, de éste modo podremos navegar y si algun barco inesperado se nos cruza tendremos la serenidad de cojer el volante y saber hacia dónde tenemos que dirigirnos. 

NAMASTE.